Factores que afectan a la concentración
Tanto la capacidad de atención como la concentración pueden variar por varias razones. Algunas personas simplemente tienen más dificultades para desconectar de las distracciones.
Es fácil frustrarse cuando intentas concentrarte pero no puedes. Esto puede provocar estrés e irritación, lo que tiende a hacer que concentrarse sea aún más complicado.
Si todo esto te suena familiar, sigue leyendo el post que hemos preparado desde nuestra residencia para estudiantes en Sevilla. Señalamos algunos pasos para ayudarte a mejorar tu concentración.
Pasos para aumentar la concentración en el estudio:
1. Entrena tu cerebro
Para aumentar la concentración en el estudio es recomendable que habitualmente juegues a ciertos juegos que pueden ayudarte a mejorar tu concentración.
- sudoku
- crucigramas
- ajedrez
- rompecabezas
- búsquedas de palabras o codificaciones
- juegos de memoria
Dedicar 15 minutos al día, 5 días a la semana, a actividades de entrenamiento cerebral puede tener un gran impacto en la concentración.
2. Mejora tu sueño
La falta de sueño puede interrumpir fácilmente la concentración, sin mencionar otras funciones cognitivas, como la memoria y la atención.
Es posible que la privación ocasional del sueño no cause demasiados problemas. Pero no dormir bien por con regularidad puede afectar a tu estado de ánimo y rendimiento en la universidad.
Estar demasiado cansado puede incluso ralentizar tus reflejos y afectar a tu capacidad para conducir o realizar otras tareas diarias.
Un horario exigente, problemas de salud y otros factores a veces dificultan dormir suficiente. Es importante, para aumentar la concentración en el estudio, intentar acercarse lo más posible a la cantidad recomendada.
Muchos expertos recomiendan que los adultos duerman de 7 a 8 horas cada noche.
Mejorar el sueño también puede resultar beneficioso. Algunos consejos rápidos:
- Apaga la televisión y guarda las pantallas una hora antes de acostarste
- Mantén tu habitación a una temperatura agradable pero fresca.
- Relájate antes de acostarse con música suave, un baño caliente o un libro.
- Acuéstate y levántese aproximadamente a la misma hora todos los días, incluso los fines de semana.
- Haz ejercicio con regularidad, pero trata de evitar un entrenamiento intenso justo antes de acostarte.
3. Haz ejercicio
El aumento de la concentración es uno de los muchos beneficios que trae consigo hacer ejercicio regular. El ejercicio beneficia a todos. Un estudio analizó a 116 estudiantes y encontró evidencia de que la actividad física diaria podría ayudar a mejorar tanto la concentración como la atención.
4. Pasa tiempo al aire libre
Si deseas aumentar la concentración en el estudio de forma natural, intenta salir a que te dé el aire libre todos los días, aunque sean 15 – 20 minutos. Cualquier entorno natural tiene beneficios.
Intenta agregar una planta o dos a tu espacio de trabajo u habitación para obtener una variedad de beneficios positivos.
5. Prueba la meditación
Las prácticas de meditación y atención plena pueden ofrecer múltiples beneficios. La concentración mejorada es solo una de ellos.
El entrenamiento de la atención plena enfatiza el enfoque y puede ayudar a aumentar la atención y el enfoque. La atención plena o meditación también puede mejorar la memoria y otras habilidades cognitivas.
La meditación no es simplemente sentarse en silencio con los ojos cerrados. El yoga, la respiración profunda y muchas otras actividades pueden ayudarte a meditar.
6. Tómate un descanso
Cuando sientas que tu concentración cae, tómate un breve descanso mental. Refréscate con una bebida fría o un refrigerio nutritivo, da un paseo rápido o sal a tomar el sol .
Cuando regrese al estudio, no te sorprendas si te sientes más concentrado, motivado e incluso más creativo. Los descansos pueden ayudar a impulsar estas funciones y más.
7. Escucha música
Poner música mientras estudias a veces puede ayudar a aumentar la concentración en el estudio.
Sonidos de naturaleza o ruido blanco para enmascarar los sonidos de fondo también pueden ayudar a mejorar la concentración y otras funciones cerebrales.
El tipo de música que escuches puede marcar la diferencia. Los expertos generalmente están de acuerdo en que la música clásica, en particular la música clásica barroca o los sonidos de la naturaleza, son buenas opciones para ayudarte a concentrarte.
Si no te gusta la música clásica, prueba la música ambiental o electrónica sin letra.
Es importante evitar elegir música que amas u odias, ya que ambos tipos pueden terminar distrayéndote.