Tener un plan de estudio es lo mejor para gestionar el tiempo y alcanzar tus objetivos de aprendizaje. Es necesario que en este plan programes tus sesiones de estudio, como lo harías con tus compromisos laborales o sociales.

Al reservar tiempo dedicado para estudiar, podrás dividir las tareas y asignaciones de manera razonable. También  estarás más preparado para los exámenes.

Descubre cómo hacer un plan de estudio y conoce exactamente por qué te beneficiará:

BENEFICIOS DE TENER UN PLAN DE ESTUDIO:

El principal beneficio de tener un plan de estudios es que estarás organizado. Una vez que haya programado todo conseguirás lo siguiente:

  • podrás planificar con anticipación
  • tendrás dividida la carga de estudio en cantidades manejables
  • tendrás tiempo para completar todas las tareas

Crear un horario de estudio también ayudará a alinear tus estudios con otros compromisos, como el trabajo o el ocio. Esto te ayudará a evitar conflictos en tu agenda, ya que tendrás una visión clara de lo que te espera, semana a semana.

¿NECESITO UN PLAN DE ESTUDIOS PARA SER UN ESTUDIANTE EXITOSO?

Lo bueno de tener un plan de estudio es que podrás alcanzar tus metas. Esto se debe a que programarás tu estudio en torno a las fechas de las entregas y podrás tener tiempo para prepararte adecuadamente para las clases.

También estarás maximizando tu potencial de aprendizaje al tener bloques claramente definidos para estudiar en tu día a día.

Tu plan se puede ajustar continuamente a medida que avanza el curso. Por ejemplo, puede descubrir que es más receptivo al aprendizaje por la mañana y, por lo tanto, puedes programar tiempo para estudiar más temprano en el día.

Un plan de estudios es particularmente útil si eres residente en una residencia universitaria, ya que a tu alcance tendrás infinidad de planes de ocio y diversión a tu alcance.

10 formas de hacer un plan de estudios efectivo:

1. ANALIZA TU ESTILO DE APRENDIZAJE INDIVIDUAL

Cada alumno tiene un estilo de aprendizaje diferente. Puedes adaptar tu horario de estudio para que se adapte mejor

Pregúntate a ti mismo las siguientes preguntas:

  • ¿Puedes concentrarte durante largos períodos de tiempo?
  • ¿A qué hora del día eres más productivo?
  • ¿Necesitas tomar un descanso antes de volver al material de clase?

Una vez que hayas definido tu estilo de aprendizaje, puedes programar tu estudio en los momentos del día que mejor te convengan.

2. EVALÚA TUS COMPROMISOS ACTUALES

Asegúrate de que tus clases, compromisos laborales y actividades extracurriculares están todas bloqueadas en tu calendario. Esto te dará una buena idea de cuánto tiempo tienes para dedicar al estudio.

¿Tu calendario parece repleto? Puede ser necesario reprogramar algunas actividades o reducir el trabajo o algunas de tus aficiones. Tómate un tiempo para visualizar tu objetivo final, para decidir qué es lo más importante para ti.

3. PLANIFICA TU TIEMPO DE ESTUDIO PARA CADA CLASE

Al comienzo de un semestre, los profesores suelen dar a los estudiantes una estimación de cuánto tiempo necesitan dedicar a cada clase.

Puedes utilizar esto como punto de partida para calcular el tiempo de estudio necesario. Esto será diferente para cada estudiante; es posible que necesites más tiempo de estudio para algunas asignaturas o menos de lo sugerido.

Trata su tiempo de aprendizaje y estudio como un trabajo, y no te dejes distraer por tu teléfono o tareas domésticas no urgentes.

4. DESARROLLA UN CRONOGRAMA

Quizás te preguntes: ¿Cuándo exactamente debo estudiar? El primer paso es planificar tu semana, decidiendo qué días tienes disponibles para estudiar. También puedes programar la cantidad de tiempo que deseas dedicar a estudiar, de acuerdo con tus preferencias.

Añade tus sesiones de estudio a tu calendario, como lo harías con tus compromisos laborales o sociales. Si tienes un horario demasiado ocupado, es posible que debas ser creativo al asignar tiempo para estudiar, como usar tiempo entre clases o tu viaje a la universidad en el tranvía o el tren

5. ESTABLECE METAS REALISTAS

Si bien el establecimiento de objetivos es importante, no te comprometas en exceso, pues luego descubrirás que no estás a la altura de lo que esperas lograr. Tendrás más éxito si divides las metas en diarias o semanales.

Te has preparado bien al crear un plan de estudio y ahora tienes una mayor probabilidad de alcanzar tu meta.

6. HAZ QUE EL TIEMPO DE ESTUDIO SEA PARTE DE TU RUTINA

Si consideras el estudio como parte de tu rutina diaria, lo consolidarás como un hábito. Con el tiempo, no tendrá que obligarte a hacerlo: el impulso llegará de forma natural.

Esto también es útil para controlar el estrés. Te acercarás a la época de exámenes o periodos intensos de evaluación con una carga de trabajo mucho más equilibrada, repartida en varias semanas.

Asegúrate de comprometerte con una meta manejable y un horario de estudio que puedas cumplir. Incluso si no logras todo lo que esperas en una sesión, ser constante con tus estudios te ayudará a largo plazo.

7. PLANIFICA TUS DESCANSOS

Se estima que un adulto puede mantener el enfoque durante unos veinte minutos. Después de esto, comenzamos a desengancharnos.

Por lo tanto, es importante programar un tiempo de descanso en torno a tu estudio.

Para descansar podrías:

  • estirarte
  • hidratarte
  • comer un bocadillo
  • salir a caminar o correr
  • asistir a una clase de yoga
  • ir a nadar.

Lo principal es salir de tu cabeza y hacer algo diferente mientras te tomas un descanso.

8. PRUEBA LA TÉCNICA POMODORO

Si descubres que solo puede estudiar en sesiones cortas, puedes planificar tu horario en torno a la Técnica Pomodoro:

  • comprometerse a 25 minutos de estudio
  • tomar un descanso durante 5-10 minutos
  • repite esto cuatro veces
  • tomar un descanso más largo.

Tener un descanso más largo que esperar puede ayudarte a encontrar la motivación que necesitas para estudiar.

Utiliza el temporizador de tu teléfono para realizar un seguimiento del tiempo de estudio. Si encuentra que tu teléfono es una gran distracción, puedes usar otro temporizador ¡o incluso invertir en un temporizador de huevo!

9. ENCUENTRA UN COMPAÑERO O GRUPO DE ESTUDIO

Un compañero de estudio o grupo de estudio te ayudará a cumplir con un horario. Como os comprometisteis a estudiar al mismo tiempo, podréis responsabilizaros mutuamente y luchar por objetivos comunes.

10. EVALÚA TU PLAN DE ESTUDIO Y AJÚSTALO

Lo mejor de un horario de estudio es que puedes cambiarlo para adaptarlo a tus necesidades.

Si descubres que todavía te falta la motivación para estudiar, no obtienes los resultados que esperabas o sientes que no tienes suficiente tiempo para estudiar, es posible que debas volver a evaluar tu plan.

¿PUEDO AJUSTAR MI PLAN DE ESTUDIO?

Tu plan de estudios no tiene por qué ser rígido: está bien hacer cambios a medida que avanza el curso. Con el tiempo, a medida que vayas modificando tu horario, descubrirás qué funciona mejor para ti.