1. Conoce a tu compañero:
Si te decantas por la opción de compartir habitación en residencia para estudiantes, para ahorrar ahorrar gastos, es muy importante que durante los primeros días de convivencia dediques tiempo a conocer a tu compañero/a. Si descubre más acerca de sus gustos, defectos y manías, ambos podréis llegar a un punto medio y llevar la convivencia mucho mejor.
2. Ojo con la convivencia con amigos
Si en cambio decides compartir habitación con un amigo/a, ¡ten cuidado! tanto tiempo juntos podría estropear vuestra relación. En este caso, lo mejor es intentar tener horarios diferentes, así tendréis tiempo para vosotros.
3. Establece normas de convivencia
Si no quieres tener problemas a lo largo del curso es preferible que establezcas normas de convivencia con tu compañero/a, a ser posible, los primeros días. Este punto es crucial para evitar inconvenientes.
4. Imprescindible el diálogo
Si hay algo que te molesta de tu compañero/a es mejor hablar desde el principio con él o ella, eso evitará problemas mayores el día de mañana cuando estés harto/a.
5. Haz otros amigos
Si te llevas bien con tu compañero/a de habitación, ¡estupendo!. Pero no hagas de él tu único amigo. Si hacéis todo juntos tarde o temprano os agobiaréis. Lo mejor es que ambos tengáis amig@s por otra parte. Los años de universidad son idóneos para conocer personas que aporten cosas distintas. Nunca te limites a un círculo reducido de amigos.
6. Abre tu mente
Como estudiante universitario que eres, tienes que abrir la mente y respetar otras costumbres e intereses. Si en vez de extrañarte por los intereses de tu compañero/a, le preguntas y te interesas, conseguirás generar buen rollo. Y quién sabe, quizás hasta terminan gustándote a ti también.
7. Sé honesto
La honestidad es clave para poder llevar una buena convivencia. Si cometes algún error que pueda afectar a tu compañero, no dudes en pedir perdón. Todos somos humanos y cometemos errores. Si admites cuando te has equivocado ganarás el respeto y la confianza de tu compañero.
8. Controla la seguridad:
Procura no dejar puertas y grifos abiertos. Ten cuidado con la calefacción. Cuando te vayas deja siempre las luces apagadas… Estos son algunos de los gestos más básicos que muestran respeto hacia tu compañero de habitación. Además controlando la seguridad de ambos, se evitarán muchos disgustos.